11 de agosto 2015

El Perfeccionista (Eneatipo 1)
…”Pero de lo que estoy más orgulloso de esos 6 años, es del año de 1968, porque me permitió servir y salvar al país, les guste o no les guste… con algo más que horas de trabajo burocrático, poniéndolo todo: vida, integridad física, peligros, la vida de mi familia, mi honor y el paso de mi nombre a la historia…”
De esta manera categórica, soberbia, justificaba Gustavo Díaz Ordaz, [https://www.youtube.com/watch?v=0Eq6vQ0m7aU] presidente de México durante los sangrientos eventos de 1968 en Tlatelolco, su proceder en ese momento.

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Su certeza infalible de actuar por “el bien”… …su intolerancia enmascarada como virtud… su necesidad de cumplir con “SU” deber… todo esto pesó más que los cientos (¿miles?) de vidas que segó la matanza estudiantil más conocida del México moderno.
Díaz Ordaz expresa, en un nivel extremo, las características de la personalidad conocida en el Eneagrama como “el Perfeccionista”*.
El perfeccionista es alguien que:
… Se preocupa en exceso por cumplir con lo correcto.  Especialmente con las normas y expectativas sociales. Por eso lucha por mantener control sobre sus impulsos y su comportamiento.
… Se esfuerza por ser una “persona de mérito”.  Es compulsivamente responsable, su ideal es ser un “gran trabajador”.
… Respeta y hace respetar las reglas, aunque pase por encima de las personas.
… Justifica su enojo poniéndolo al servicio de cómo las cosas “deberían de hacerse”.
… Normalmente tiene problemas de rabia e intolerancia reprimidas.
… Internamente tiene mucho miedo a ser juzgado, condenado. Su visión catastrófica es que alguien pruebe que está equivocado.
… Vive particularmente preocupado por la imagen que proyecta al mundo, a menudo comparándose y luego criticando las fallas y limitaciones de todos aquellos que no están a “la” altura (es decir, a “su” altura).
… Es frecuente que tenga conflicto para darse espacios de descanso y gozo, simplemente porque se contraponen con el deber ser y las tareas. Es común que su rigidez inhiba su espontaneidad
… Tiene tensión en todos los músculos largos del cuerpo, particularmente en la espalda los hombros y el cuello. Su mandíbula siempre está tensa, y su rostro mantiene una expresión dura, poco expresiva.
… Sus movimientos, aunque parecen decididos, tienen una cualidad mecánica. La fuerte tensión en el abdomen y el tórax mantienen bajo control las emociones, en particular los sentimientos sensibles.
… En su historia vivió de parte de sus padres demandas por destacar, por tener un comportamiento ejemplar.
Si tú te identificas con algunas de estas características en tu manera de pensar, sentir y actuar, es probable que tu personalidad esté organizada de acuerdo al estilo caracterológico del “Perfeccionista”.
Y aunque no tengas el poder para poner en riesgo cientos de vidas humanas, tu exceso en la búsqueda de la virtud, te puede crear sufrimiento innecesario, y genera tensión y conflicto con quienes conviven a tu alrededor.
También puede acarrearte frustración, y la sensación de estar insatisfecho contigo mismo y con el mundo.
Un perfeccionismo poco consciente,  no trabajado, nos da un Díaz Ordaz.
En cambio, un perfeccionismo evolucionado y consciente hace posible un Stanley Kubrick, quien con su enorme maestría -y perfeccionismo minucioso- nos legó obras maestras en el cine.
¿De qué lado del espectro te gustaría estar?
* El Eneagrama, es un conocimiento milenario de origen sufí que nos aporta mapas detallados de la personalidad humana,  así como técnicas y herramientas para la evolución de la conciencia.
 
Hasta pronto,
Jorge Galindo

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