17 de febrero 2015

respirar¿Recuerdas las clases de Biología en la secundaria? Nos hacían memorizar las partes del cuerpo como si se tratara de las capitales de Asia.
“Conocías” el cuerpo humano viéndolo en unas bonitas láminas de colores y aprendiendo de memoria los nombres de sus órganos… y luego contestabas algunas preguntas en un examen por escrito.
Pero nunca se te invitó a conocer tu cuerpo desde la experiencia.
NUNCA.
Así que cuando llegas a adulto, terminas con algo de información acerca de tu cuerpo. Lamentablemente la mayor parte de ella, en realidad te resulta irrelevante.
Te faltó la exploración y la experiencia, ese eslabón que hace posible pasar de sólo conocer (información) a saber (aprendizaje significativo).
Por eso sabes poco acerca de tu cuerpo.
Este organismo que habitas mientras lees estas líneas, y que habrá de sostenerte a través de la vida. La única “casa” que ocuparás sin mudarte por el resto de tus días.
Por suerte, nunca es tarde para el auto-conocimiento. Y, definitivamente, uno de los mejores caminos para conectarte con la experiencia de tu propio cuerpo (la “Vía Regia” le llaman algunos) es la respiración.
Obsérvate por un instante…
¿Cómo estas respirando en ESTE MOMENTO?
¿Estás tomando suficiente aire?
¿Respirar es como una lucha para ti?
¿Succionas el aire, o permites que tu inhalación ocurra?…
De estas y otras preguntas seguiremos platicando en los siguientes boletines.
Hasta pronto.
Jorge Galindo
Director CÓRPORE


P.D. En el Taller “Respirar la Vida no te hablaremos de teorías; tú vivirás experiencias únicas que te ayudarán a mejorar tu vitalidad, estado de ánimo y salud.
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