8 de Octubre de 2013
En esta ocasión te preparé una serie especial de boletines acerca de la sabiduría de tu cuerpo. En cada uno de ellos abordaremos un pequeño fragmento del conocimiento que guarda el cuerpo que tú eres.
Quiero compartirte algunas claves para entender lo que tu cuerpo te enseña.
A través de tu cuerpo experimentas, te expresas, te relacionas y gracias a él tienes la posibilidad de ser quien eres.
En la psicoterapia corporal vemos el cuerpo como un mapa que nos guía para conocernos y conocer a la persona que tenemos frente a nosotros. Por medio de este mapa vivo es posible saber la mejor forma para acercarnos a ella y cómo podemos ayudarla mejor.
El cuerpo devela tu historia. Conocer tu cuerpo te permite enfrentar más claramente lo que te asusta, detener lo que te lastima y ubicar cuáles son tus retos, así como tus oportunidades de crecimiento.
Por ejemplo, el cuerpo de una persona que tiene hombros anchos, pelvis estrecha, mirada penetrante y cuya energía está principalmente en la parte superior, nos revela que es alguien con necesidad de mantener el control y que le gusta que se hagan las cosas a su manera; es alguien sensible a la traición y por eso desconfiada; alguien que también posee cualidades innatas de liderazgo.
Por otro lado, el cuerpo de una persona delgada, alta, sin mucha tonicidad muscular y con baja capacidad de energía, nos revela a alguien que suele vivirse necesitando el apoyo y el afecto de los demás; alguien con tendencia a formar relaciones dependientes y que tiene dificultad de asumir su autosuficiencia en la vida; alguien que también tiene una gran capacidad y claridad intelectual.
¿Sabías que la forma en que te paras, el modo en que pones tus pies sobre el piso, se relaciona con la calidad de tu contacto con la realidad?
¿O que una pelvis rotada hacia atrás, disminuye tu capacidad de placer y satisfacción sexual?
La forma del cuerpo, sus gestos, las posturas y sus movimientos, son otra forma de comunicación que nos revela tanto o más que las palabras. Éste es un lenguaje y un código que podemos aprender mediante la psicoterapia corporal.