Tiene 23 años… y lleva 14 de maestro.
Si, comenzó a los 9 años de edad.
Y a los 16, fue reconocido como el director de escuela más joven del mundo.
Aun siendo tan pequeño, Babar Alí se dio cuenta de que la educación era su pasión.
Desde entonces ha enseñado a más de 3 mil niños en una escuela que él mismo fundó.
En su pequeño pueblo en Bengala Occidental el analfabetismo era la norma, así como la indiferencia de las autoridades.
Pero él decidió hacer algo al respecto. |
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Había nacido en una familia pobre, sin dinero ni recursos. Así que, armado sólo con sus ideales, estableció una pequeña escuela donde los niños de la aldea podían aprender a leer y escribir.
No cobraba cuotas, y él hizo todo lo posible para suministrarles libros y otras necesidades.
Hoy día su escuela cuenta con cinco profesores, todos en edades entre los trece y los dieciocho. No hay dinero para pagarles, así que Alí y sus amigos estudian o trabajan durante el día y enseñan a los otros niños por las tardes.
En 2009 ganó el premio a “Héroes Reales” que otorga el canal Hindú de noticias CNN-IBN.
Desde entonces ha dado una charla en Ted Talks (famosa plataforma mundial de divulgación de ideas “dignas de difundir”) y ha compartido su experiencia y esfuerzo en muchos otros sitios.
Actualmente Alí estudia en la universidad. Por las tardes, por supuesto, hace lo que ha hecho durante todos estos años en el patio de la casa de sus padres: enseñar a los niños de la aldea.
Seguramente tú también recuerdas algún maestro que con su pasión y entrega dejó una huella que cambió tu vida.
Para mi fortuna, recuerdo a varios. Mi corazón los evoca con gratitud y reconocimiento.
Precisamente uno de ellos, John Pierrakos, me enseñó que más allá de gurús y maestros encarnados, la vida misma podía ser mi mejor maestro.
Tu vida es el maestro mas certero, solía decir con insistencia.
Esta es una lección que me ha acompañado desde entonces.
Porque cada persona y situación que encuentras, cada día, tiene mucho que enseñarte… si estás abierto a recibir su sabiduría.
A menudo no reconoces a estos maestros sutiles, porque no miran y no actúan como tales.
Sin embargo, te invito a que observes las situaciones y personas que en este momento tienen un impacto en tu vida.
Desde las que parecen insignificantes hasta aquellas a las que les concedes importancia.
Todas conspiran para enseñarte exactamente lo que necesitas aprender en este momento…
… quizá la lección de hoy se llama paciencia, compasión, o perseverancia.
… quizá la materia que la vida te ofrece es luchar por tu verdad, confrontar tu honestidad,
… o soltar, dejar ir algo que te causa sufrimiento.
Todo esto está contemplado en la gran aula de esta maestra llamada vida.
Confía en tu intuición sobre la naturaleza de las lecciones que tienes a mano. Trabaja a tu propio ritmo y haz tantas preguntas como quieras.
Esta maestra, TU VIDA, está esperando para darte los aprendizajes que necesitas.