El sentido de las vacaciones

Un leñador le preguntó a Abraham Lincoln:

¿Qué haría ud. si solo tuviera cinco minutos para cortar un árbol?»

Él respondió:

«Si me da cinco minutos, me gustaría pasar los primeros tres afilando mi hacha.»

“Si tuviera ocho horas para cortarlo, me gustaría pasar seis afilando”.

Esta es una manera de recordarte que hay momentos en que resulta muy importante dar un paso atrás y reducir la velocidad.

Tomarte un tiempo para detener tus actividades, y darle a tu cuerpo, mente y espíritu el tiempo que necesitan para reciclar su energía y sanar.

Ese es el sentido de las vacaciones: darte una pausa de la actividad cotidiana (que tan fácilmente te involucra en cosas que son externas a ti).

Son una oportunidad para detenerte. Para observar qué está sucediendo realmente en tu interior.

A veces te resistes a darte esta pausa porque sientes que no es algo productivo. Pero la verdad es que un período de descanso saludable es algo que te reconecta con tu creatividad y tus potenciales.

Pasar un tiempo dando caminatas, haciendo tus actividades favoritas o simplemente descansando, no sólo te permite dejar de lado, por un momento, tus preocupaciones.

También te pone en contacto con esa parte de ti mismo que puede observar tus problemas y preocupaciones habituales de una manera menos dramática.
Y es entonces cuando eres capaz de transformar tus puntos de vista, de generar percepciones más positivas y saludables.

Darte un respiro de tus preocupaciones diarias es como darte un regalo a ti mismo.

Al tomar distancia de los problemas que suelen saturar tu pensamiento, disminuyes su peso y creas un espacio receptivo para la sabiduría…

… y las respuestas que el universo tiene para ofrecerte.

Te deseo que estas vacaciones sean un tiempo donde puedas reenfocar tu atención en las cosas que son realmente esenciales para ti.

Que cultives tu paz interior.

Y recargues pila con un sentido de bienestar.