11 de Enero de 2012
Te invito a probar un par de posturas inspiradas en el yoga, que podemos practicar en esos momentos al final de la jornada en los cuales buscamos soltar las inquietudes y tensiones que se acumularon a lo largo del día.
Esta primera postura podemos llamarla piernas contra la pared, y es una sencilla y poderosa manera de activar nuestra respuesta de relajación.
Necesitas una o dos cobijas para recostarte en el piso con comodidad, y una pared despejada sobre la cual puedas apoyar tus piernas.
- Extiende tu manta sobre el piso pegándola a la pared sobre la cual te vas apoyar.
- Recuéstate de espaldas sobre tu manta, e intenta acercar tus asentaderas lo más posible hacia la pared, tus piernas quedan extendidas apuntando hacia el techo y apoyadas en el muro (si tienes dificultad para subir las piernas en forma directa, puedes recostarte de lado acercar tus asentaderas lo más posible al muro y luego ir subiendo lateralmente tus piernas hasta que queden verticales).
- Extiende tus piernas lo más derecho posible sin tensarte, apoyándolas en la pared.
Una vez tomada la posición básica, ve enfocando tu atención en:
- Tus hombros. Con un par de exhalaciones profundas estíralos haciendo que bajen hacia tus caderas y luego suéltalos, que descansen sobre el piso.
- Tu cuello. Al estirar tus hombros, estira también tu cuello, y luego suéltalo también intentando suavizarlo.
- Observa el movimiento de tu respiración. Te invito a visualizar como si la parte frontal de tus costillas pudiera derretirse en la parte posterior, es decir, una respiración sin tensión.
- Finalmente observa en que parte de tu cuerpo físico es más clara la sensación de respirar: en las ventanas de la nariz?, en el pecho?, en el abdomen? Ahí donde percibas más claramente la sensación de respirar enfoca tu atención, y como en una práctica meditativa, observa y regresa a observar cada vez que te distraigas, los cuatro tiempos de la acción de respirar: inhalación, pausa – exhalación, pausa. (recuerda que enfocar tu atención en la respiración ayuda a cortar el ciclo de preocupación-ansiedad que se alimenta cuando tu mente se mantiene enfocada en tus preocupaciones).
- Ahora relájate, NO tienes que hacer nada mas, sostén esta posición por 10 o 15 minutos, permite que la postura trabaje para ti.
- Para terminar simplemente recoge tus piernas sobre el pecho y gira sobre tu costado derecho. Quédate un momento observando la sensación de tu cuerpo, tu sensación interna-sentimientos. Date cuenta si notas alguna diferencia entre este momento y el momento cuando iniciaste. Procura un momento para reacomodarte antes de regresar a la acción y al mundo.
Esta posición es particularmente buena para nuestro sistema límbico la mayoría del cual está en las piernas, así es que esta es una manera muy directa de reciclar los fluidos, la energía y desintoxicarlo.