23 de Abril de 2012
Seguramente, cuando eras pequeño, un día te llamaron tus padres y te dijeron, «ven Jorge, queremos hablar contigo sobre el sexo…»
Y a continuación te explicaron que el sexo excepcional tenía que ver con:
- Estar plenamente presentes en la experiencia, en conciencia con la verdad del momento.
- Propiciar que la carga erótica esté conectada al amor y la pasión.
- Permitir que el diálogo también sea una parte importante dentro de la experiencia sexual.
- Que el sexo no se fundamenta en la técnica, y no siempre «sale bien».
- Que el «buen» sexo, se caracteriza por una expresión más grande de la vulnerabilidad y la necesidad.
- Que los miedos y las inhibiciones sexuales necesitan ser trabajadas como parte de la interacción.
- Que cuando la «actuación» sexual no es el énfasis, la ansiedad de «logro» se disuelve y el potencial para el gozo y el placer aumenta.
- Que es un proceso, donde la pareja aprende a encontrar su balance entre intimidad y deseo.
- Que es necesario cultivar una perspectiva amplia de lo que se considera «sexual»…
Seguramente tus padres te explicaron todo esto cuando eras pequeño. ¿No es así?
(Bueno, a mí tampoco… pero tal vez seamos los únicos).
Si tu caso es como el mío, nunca es tarde para aprender, te invitamos a seguir creciendo y a aventurarte en sentir y desear, a crear posibilidades para que emerja una nueva capacidad de intimidad.