Martha estaba destinada a transformar radicalmente los rigores del ballet clásico.

A convertir la danza en una expresión vibrante, creativa… “salvaje”.

A ser la precursora de la danza contemporánea.
Hacia el final de sus días le preguntaron a Martha Graham (1894 – 1991): ¿Cómo lograste expresar la pasión desnuda del movimiento?

Ella contestó:
“Hay una vitalidad, una fuerza de la vida, una energía que se manifiesta a través de tu cuerpo.

“Y porque solo hay uno como tú en cada momento, esta expresión es única”.
La señora Graham tenía razón: tu cuerpo ama el movimiento…

… ama cuando te estiras…

   …  cuando bailas…

      …  cuando amas…

Mejora tu estado de ánimo.  Tu ser se siente más conectado con el mundo que te rodea.Cuando te mueves, tu cuerpo se ajusta, se realinea, fluye con el ritmo de la vida.

Si te sientes “atorado”, cargando culpas, resentimientos y energías viejas, si estás ansioso por sentirte más vivo:

¡Mueve tu cuerpo!

Muchas veces estás tan ocupado que te olvidas que mover tu cuerpo es una opción.  Sin darte cuenta permaneces sentado frente a la computadora o el celular por horas… por días … por semanas. Pasando de una tarea a otra en forma mecánica.

Cuando estás tan concentrado en tachar los pendientes de tu lista, es fácil que descuides las oportunidades que tienes para disfrutar de tu cuerpo en ese mismo momento.

Y no es tan difícil encontrarlas: Tu vida diaria te las ofrece constantemente.

Solo hace falta un ingrediente central: es importante que tu movimiento sea consciente.

¿Qué quiere decir esto?

Que puedes bailar, moverte mientras limpias la casa, jugar con tus hijos o   simplemente caminar por la calle, pero manteniendo tu atención presente,  consciente de la acción que estás realizando.

Cuando divagas en fantasías y pensamientos realizas tus acciones en “piloto automático”, como un robot. Y cuando eso sucede, a tu movimiento le falta espíritu.

Es decir, le falta “el soplo de la vida”.

El movimiento es una celebración de la vida. Es una manera de proclamar, como decía Martha Graham, tu propia existencia y tu capacidad de disfrutar la alegría de vivir.

¡Dale a tu cuerpo la oportunidad de hacer
aquello para lo que fue creado!

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